domingo, 11 de abril de 2010

Los sapos pueden predecir terremotos

El sapo común (Bufo bufo) parece ser capaz de detectar un terremoto inminente y huye de su colonia días antes de que ocurra la actividad sísmica.

Científicos de la Universidad Abierta del Reino Unido descubrieron que una población de sapos abandonó su colonia de reproducción cinco días antes del terremoto en L'Aquila, Italia, en 2009.

No se sabe cómo los animales pudieron detectar la actividad sísmica, pero la mayoría de los machos huyó del sitio ubicado a 74 kilómetros del epicentro del terremoto, afirman los investigadores en Journal of Zoology, la revista de la Sociedad Zoológica de Londres.

Según los científicos, es difícil poder cuantificar de forma objetiva cómo los animales responden a un terremoto, en parte porque la actividad sísmica es rara e impredecible.

Algunos estudios han analizado la respuesta de los animales domésticos, pero medir las reacciones de animales salvajes es más difícil.

Conducta inusual
Rachel Grant, la bióloga que dirigió el estudio, estudiaba de forma rutinaria la conducta de varias colonias de sapos comunes en Italia cuando el enorme terremoto azotó la región.

Sus estudios incluyeron un período de 29 días de recolección de datos antes, durante y después del terremoto ocurrido el 6 de abril de 2009.

El sismo, de magnitud 6,3, aconteció cerca de la ciudad de L'Aquila, unos 95 kilómetros al noreste de Roma.

Grant estaba estudiando a los sapos del Lago San Ruffino en el centro del país cuando se dio cuenta de que los animales se estaban comportando de forma extraña.

Cinco días antes del terremoto, 96 por ciento de los sapos machos en la colonia desaparecieron. Esto, explica la investigadora, es algo inusual ya que una vez que se aparean los machos suelen permanecer activos en el sitio de reproducción hasta que termina el desove. Sin embargo, el desove ni siquiera había comenzado en el Lago San Ruffino cuando sucedió el sismo. Además, tres días antes del terremoto el número de parejas de crianza también disminuyó súbitamente a cero.

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