viernes, 11 de marzo de 2011

Sismo de 8.9 grados estremece a Japón y un tsunami arrasa sus costas

Un violento sismo de magnitud 8,9 grados estremeció este viernes a Japón y provocó un tsunami de 10 metros de altura que devastó las costas del país dejando al menos 60 muertos de muertos, desaparecidos y heridos.

El balance podría ser más grave. Existe alerta en la mayor parte del Océano Pacífico y en al menos 50 países que incluye Sudámérica. Los siniestros podrían haber causado "tremendos daños", admitió el portavoz del gobierno japonés.

El sismo se produjo a las 14:46 hora local y 01:00 hora boliviana (05:46 GMT), a 24,4 kilómetros de profundidad y a una centena de kilómetros de las costas de la prefectura de Miyagi y a 380 kilómetros al norte de Tokio, y fue seguido de violentas réplicas, según datos del Instituto de Geofísica de Estados Unidos (USGS).

El terremoto fue seguido del tsunami que provocó olas de 10 metros de altura y que ahora amenaza prácticamente a la totalidad de los países costeros del Pacífico, tras arrasar el litoral japonés y pasar, más debilitado, por Rusia, Taiwán y Filipinas.

La costa oeste de Estados Unidos y Canadá ha sido la última en sumarse a la alerta de ola gigante, que inicialmente se emitió para Japón, Rusia, Filipinas, las islas Marianas, Guam, Taiwán, las Islas Marshall, Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Micronesia y Hawai (EEUU).

El Centro de Alertas de Tsunami del Pacífico también incluyó como países amenazados a México, Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Nicaragua, Panamá, Honduras, Chile, Ecuador, Colombia y Perú han sido añadidos en el último boletín del Centro, que también alerta a Australia, Nueva Zelanda, Fiji, Samoa y la Polinesia.

"La evaluación del nivel del mar confirma que se ha generado un tsunami que puede causar importantes daños", advertía en su página web el Centro, que pedía a las autoridades "medidas apropiadas ante esta amenaza".

En Japón, según los últimos datos oficiales, al menos 60 personas murieron y decenas están desaparecidas, entre ellas, los cien pasajeros de un barco arrastrados por las aguas en la costa oriental.

El tsunami causó olas de hasta diez metros y se llevó por delante docenas de vehículos y casas en Sendai, una ciudad de un millón de habitantes donde las imágenes de televisión mostraron numerosos automóviles arrastrados por las aguas y la pista del aeropuerto anegada.

El sismo y el tsunami

En Tokio los edificios temblaron durante dos minutos y la mayoría de los habitantes se precipitaron a las calles, mientras se desencadenaban una decena de incendios.

Un gigantesco incendio se produjo en una refinería de la ciudad de Iichihara, en la región de Tokio. El primer ministro, Naoto kan, aclaró de inmediato que el movimiento telúrico no había provocado escapes radiactivos en las centrales nucleares del país.

En la capital, unos cuatro millones de habitantes se quedaron sin electricidad y las zonas del puerto resultaron inundadas. El tsunami de 10 metros arrasó luego las costas de Sendai (noreste).

Otros puntos de la costa nipona en el Pacífico fueron igualmente afectados por olas de varios metros de altura.

Imágenes televisivas captadas desde un helicóptero mostraron buques de carga, automóviles y toneladas de materiales de todo tipo arrastrados por una gigantesca marea de agua pardusca estrellándose en el litoral Pacífico del país nipón.

También mostraron torrentes de lodo desbordando el cauce del río Natori y destruyendo campos en la zona de Sendai, donde la pista del aeropuerto también quedó sumergida. El Centro estadounidense de vigilancia de tsunamis alertó sobre un peligro de maremoto en casi todo el Pacífico, desde Australia a Sudamérica y Centroamérica.

"Un terremoto de semejante magnitud tiene el potencial de generar un tsunami devastador, capaz de golpear las costas cercanas en unos pocos minutos y las más alejadas en cuestión de horas", indicó el Centro en un comunicado.

"La sacudida fue tan fuerte que teníamos que agarrarnos de lo que podíamos para no caernos", contó un funcionario de Kurihara, una ciudad duramente golpeada por el sismo, en la prefectura de Kurihara.

"No podíamos huir, porque los temblores seguían", agregó el funcionario, contactado por teléfono por la AFP.

Japón se halla sobre el llamado "cinturón de fuego del Pacífico", una zona de actividad volcánica sobre placas de la corteza terrestre que se hunden a gran velocidad geológica (varios centímetros por año) en otras placas, un fenómeno que acumula enormes tensiones que deben liberarse en forma de sismos.

Tokio está situada en uno de los puntos más peligrosos de ese cinturón, sobre la intersección de tres placas (la Euroasiática, la del pacífico y la del Mar de Filipinas).

El movimiento telúrico desencadenó alertas de tsunami en los países vecinos. El sismo provocó una caída de la Bolsa de Tokio y depreció la cotización del yen frente al dólar.

Alerta

En Rusia se registraron olas de hasta tres metros de altura en Shikotán, en el archipiélago de las Kuriles, que se encuentra a unas decenas de millas marinas de la isla japonesa de Hokkaido.

"En estos momentos, la situación en las Kuriles está absolutamente bajo control", aseguró Alexandr Joroshavin, gobernador de la región de Sajalín, quien explicó que miles habitantes de las islas han sido evacuados.

A su paso por Taiwán, las olas se habían debilitado, pues sólo llegaron a ser de hasta medio metro en el noreste y este, donde se interrumpió la actividad laboral y se evacuaron embarcaciones.

En la mayoría de las costas, las olas no superaron los 20 centímetros. "No ha sido tan fuerte como se esperaba y el oleaje no ha superado los 50 centímetros", dijo el director del Servicio Meteorológico Central (SMC) de la isla, Kuo Kai-men.

También con menor fuerza de la prevista llegó a las costas del este de Filipinas, donde las olas formadas alcanzaron como mucho un metro de altura.

El Instituto de Vulcanología y Sismología señaló que las primeras olas de cerca de un metro de altura provocadas han alcanzado las costas de las provincias de Catanduanes, Isabela e Ilocos y de las islas Batanes, en el extremo norte de la isla de Luzón.

El Gobierno del territorio estadounidense de Guam, adonde han llegado también las primeras olas, indicó que mantendrá la alerta de tsunami hasta 13:00 GMT.

En Australia, la Oficina de Meteorología informó de que no se preveía la llegada de tsunami, mientras que en la vecina Nueva Zelanda las autoridades ya han levantado la alerta.

También las islas de Hawai han comenzado a evacuar las zonas más próximas al mar y otras partes de la costa del Pacífico, desde Canadá hasta México.

En Honolulu, según CNN, en la zona costera de Waikiki, plagada de hoteles de lujo, los residentes fueron llevados a los pisos más altos, y se comenzó a hacer acopio de agua y alimentos.

En Canadá, las autoridades también han ordenado la evacuación de áreas de la costa del Pacífico.

El sistema de emergencia de la provincia de Columbia Británica advirtió de que el maremoto puede afectar las islas Haida Gwaii, en el norte de la provincia, así como la costa occidental de la isla de Vancouver.

Sudamérica

En el otro extremo del Pacífico, Chile fue uno de los primeros en decretar el estado de alerta, aunque las evacuaciones, por el momento, sólo se han llevado a cabo en la isla de Pascua.

En Ecuador, el presidente, Rafael Correa, decretó el estado de excepción y la evacuación de todas las zonas costeras del país y de las Islas Galápagos, adonde está previsto que la ola llegue a las 17.30 de la tarde (23:30 GMT).

"Si no pasa nada, qué bueno, pero no podemos correr riesgos", afirmó el Mandatario.

En Perú, también se decretó alerta por el tsunami, informó el capitán de fragata Atilio Aste, responsable del Sistema Nacional de Alerta de Tsunami de la Marina Guerra. "Hasta el momento, hemos emitido la alerta a Defensa Civil, la ola estaría arribando al Perú entre las 19:00 (00:00 GMT) y las 21:00 (02:00 GMT) del este viernes en todo el litoral", dijo Aste quien acotó que se desconoce la intensidad con la que llegará.

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