martes, 19 de abril de 2011

Dos robots miden la radiación en la planta de Fukushima

CONTROL: Los niveles de radiación son evaluados por un par de PackBot creados en EEUU.

La Agencia de Seguridad Nuclear de Japón indicó ayer que se han detectado elevados niveles de radiactividad en los edificios que albergan los reactores 1 y 3 de la planta de Fukushima, lo que impide entrar a los técnicos, dijo Efe.

Según informó la agencia local Kyodo, este domingo, dos robots manejados por control remoto midieron los niveles de radiación y otros parámetros dentro de los edificios de ambos reactores, cuyo sistema de refrigeración, junto con el de la unidad 2, quedó seriamente dañado por el tsunami del 11 de marzo.

Las mediciones mostraron que en el reactor número 1 la radiación alcanzaba entre 10 y 49 milisievert por hora, y en el 3, entre 28 y 57 milisievert por hora, indicó Kyodo.

NIVEL ELEVADO. Según la cadena de televisión pública NHK, el viernes, el nivel más alto de radiación detectado en la entrada de los edificios era de 2 a 4 milisievert por hora.

Este domingo, TEPCO, la empresa operadora de la central, indicó que espera llevar los tres reactores con problemas al estado de “parada fría”, sin emitir fugas radiactivas, en un plazo de seis a nueve meses.

Antes, en un periodo de tres meses, espera poner en marcha un sistema de refrigeración estable para esas tres unidades y también para la piscina de combustible del reactor número 4.

ROBOTS GRINGOS. Las dos invenciones de mecánica que ingresaron ayer en los edificios afectados de la central siniestrada de Fukushima, denominadas PackBot, son de fabricación estadounidense.

En ambos casos se trata de una nueva versión del robot utilizado después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, que dejaron miles de muertos en Nueva York.

El objetivo de las mediciones que efectúan los PackBot dentro de la central nuclear es determinar si los trabajadores de la central pueden acceder a los reactores 1 y 3 para reanudar las tareas de refrigeración, especialmente en el número tres, en el que no ingresó ningún operario desde la explosión de hidrógeno de abril.

Las lecturas obtenidas en ambos reactores muestran un “ambiente adverso”, demasiado para que los seres humanos puedan trabajar allí.

El Gobierno japonés, por su parte, indicó que una vez controlada la central, se revisará el perímetro de evacuación en sus alrededores, que ahora afecta un radio de 40 kilómetros.

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