lunes, 13 de junio de 2011

Alemania ante el desafío de dejar la energía nuclear

"Es un hito en el desarrollo económico y social de nuestro país", afirmó el ministro de Medio Ambiente, Norbert Rottgen, en conferencia de prensa.

Todas las centrales nucleares alemanas se cerrarán "de aquí al 2022", dijo el ministro de Economía, Philipp Rosler, confirmando una decisión adoptada hace una semana por los partidos que integran el gobierno de Angela Merkel, los liberales del FDP y los conservadores de CDU/CSU.

La canciller, que el 2010 había cedido ante el 'lobby' nuclear al prolongar la vida de los reactores, dio un giro de 180 grados tras la catástrofe de Fukushima e hizo suyo un calendario de abandono del átomo civil adoptado el 2000 por un precedente gobierno de socialdemócratas y verdes.

El proyecto de ley adoptado el pasado lunes, que será sometido a ambas cámaras del parlamento alemán antes del verano boreal, precisa los pasos a seguir. 14 de los 17 reactores alemanes ya no estarán en servicio hacia fines del 2021, y los tres últimos funcionarán hasta fines del 2022.

Los siete reactores alemanes más antiguos ya fueron desconectados de la red de producción de electricidad, a la espera de una auditoría solicitada a mediados de marzo por Merkel. Estos sitios —además de un octavo, que tiene reiteradas fallas— no serán reactivados.

Ninguna de las otras potencias industriales ha seguido el ejemplo alemán y, más bien, la decisión generó una cierta irritación, especialmente en la vecina Francia, un país muy dependiente de la energía nuclear. De momento, Alemania tendrá que hallar antes del 2022 la forma de producir 22% de sus necesidades en electricidad, actualmente aseguradas por las centrales atómicas. En un futuro próximo, el Estado va a apoyar financieramente a las industrias que consuman mucha electricidad, y que corren el riesgo de ver cómo se disparan sus gastos eléctricos.

Entre las medidas más espectaculares figura un presupuesto de 5.000 millones de euros ($us 7.000 millones) destinado a parques eólicos en alta mar, tecnología aún poco desarrollada por la que Alemania apuesta firmemente para llegar a disponer de una energía totalmente "verde" el 2050.

Pero el gobierno de Merkel aún mantiene la ambigüedad en un asunto muy polémico e impopular: rehusa fijar un lugar para el entierro definitivo de sus desechos radiactivos.

Abandono de energía nuclear

Costes
El proyecto de ley deja abiertos interrogantes sobre el coste del abandono de la energía nuclear; expertos estiman que podría elevarse hasta $us 280 mil millones, a repartir entre contribuyentes, consumidores y productores.

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