Más de dos millones de personas se quedaron ayer sin electricidad tras la tormenta de nieve adelantada que afectó este fin de semana el noreste de Estados Unidos y que dejó al menos tres muertos.
La situación se prolongará. Según indicaron las compañías eléctricas y las autoridades locales, muchos de estos hogares, en especial en las áreas más aisladas, tardarán aún varios días en recuperar el fluido eléctrico tras la tormenta, que causó también retrasos y cancelaciones en el transporte.
Se espera que la tormenta, que viaja acompañada de vientos en torno a los 100 kilómetros por hora, continúe su paso por el noreste del país, donde se concentran algunas de las principales ciudades estadounidenses.
La nevada, un fenómeno extremadamente raro en el área a mediados de otoño, provocó la muerte de al menos tres personas y obligó al gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, a declarar el estado de emergencia.
Según indicaron las autoridades locales, en el estado de Massachusetts murió electrocutado un hombre al pisar unos cables eléctricos derribados por el peso de la nieve.
En Connecticut, una persona falleció en un accidente de tráfico atribuido a la mala condición de la carretera por el temporal, mientras que en Pensilvania, un hombre de 84 años murió al caer un árbol sobre su casa.
La nevada causó también retrasos en los aeropuertos del área que llegaron a ser hasta de seis horas y la suspensión de centenares de vuelos. El servicio ferroviario también tiene problemas. EFE
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