La desolación se apodera de una inundada La Plata

Casas embarradas, calles anegadas, electrodomésticos inutilizables, ropa y colchones mojados, automóviles atravesados en las calles llenaban ayer de desolación el barrio de Tolosa, uno de los más afectados por una histórica inundación en la ciudad de La Plata, sólo compensada por actos solidarios entre los vecinos.

“Acá hay un vecino que tiene un bote inflable a motor y se pasó toda la noche rescatando gente”, cuenta Paula Ischuk, de 30 años, mientras rescata algunos enseres de su casa.

Otros, como Claudio González, de 38 años, está indignado. “Hay que llamarse a la rebelión civil, no pagar más los impuestos”. Enojado por la “inacción de tantos años” y porque no hubo ayuda del Estado, “sólo solidaridad de vecinos”, Claudio González se lamenta pero reconoce que la situación de su familia no fue la peor ni mucho menos.

“Dicen que hay muertos”, comenta sin tener acceso a los noticieros porque la tormenta y 400 mm de agua caídos entre la tarde y noche del martes obligaron a cortar la electricidad y los teléfonos móviles no tienen señal.

La inundación dejó al menos 46 víctimas fatales en la ciudad de La Plata, de unos 890 mil habitantes, según la información oficial, y el acumulado en todo el país era de al menos 54.