Las inundaciones dificultaron ayer la labor de socorro en Oklahoma City donde un tornado dejó al menos siete adultos y dos niños muertos, mientras el estado de Missouri declaró una emergencia por las tormentas que han dejado a más de 100 mil usuarios sin electricidad.
El portavoz de la Policía de Oklahoma City, Jay Barnett, dijo a la prensa que “la inundación es el problema mayor en el área metropolitana”. “Hay áreas de la ciudad que normalmente no se inundan pero ahora están anegadas”, añadió Barnett.
Entre las zonas más afectadas por los tornados están el suburbio de Moore, que ya había sido sacudido por el gigantesco tornado del 20 de mayo pasado, que provocó 24 muertos, entre ellos nueve niños.
Los temporales de la noche del viernes afectaron en particular a Oklahoma City, que sorprendió a miles de automovilistas que quedaron bloqueados en la Interstatal 40, y a muchas más que estaban en las calles.
Fuentes locales describieron el escenario como “una zona de guerra”. Grandes camiones remolcaban esta mañana lo que quedaba de muchas casas, apenas escombros luego de la voladura de techos y árboles de anoche.
Entre las víctimas encontradas en uno de los tantos automóviles volcados por el viento, en uno habían dos cadáveres, el de una joven madre con su hijo, informaron fuentes policiales. También se registraron tempestades anoche en algunos sectores de los estados de Missouri, Illinois y Arkansas, donde las autoridades declararon el estado de emergencia.
Ninguno de los tornados del viernes en Oklahoma -al menos cinco- alcanzaron la fuerza y capacidad destructiva del que arrasó gran parte de Moore, clasificado como EF-5, el más poderoso, con vientos de hasta 320 kilómetros por hora.
Los meteorólogos precisaron que las trombas de aire de ayer fueron particularmente incisivas, porque arribaron escondidas en violentos temporales.
De los 60 tornados de categoría EF-5 que se abatieron en todo Estados Unidos desde 1950, siete tocaron tierra en Oklahoma.
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