viernes, 3 de octubre de 2014

Asolada por el sismo, Lloja ayuna para que la tierra deje de temblar

Las 115 viviendas de la comunidad de Lloja (Cairoma) sufrieron daños por el sismo del martes. En el centro de la plaza del pueblo los comunarios oran y ayunan para que la tierra deje de temblar y piden ayuda. La Gobernación de La Paz llevará carpas, frazadas y colchones al pueblo, que fue epicentro del temblor.

"El pueblo está dañado totalmente. El movimiento sísmico ha sido contundente allá (Lloja)”, dijo el director de Alerta Temprana y Prevención de Riesgos de la Gobernación paceña, Hilarión Callisaya. Junto a otros técnicos, la autoridad realizó una inspección en la zona más afectada por el temblor de 4,9 grados en la escala Richter.
"Cuando llegamos a Lloja, a las 18:00 (del miércoles), las personas estaban reunidas en la pequeña plaza. Se acercaron y contaron el desastre”, relató Callisaya. Los comunarios le dijeron que aún se sentían las réplicas del temblor, que los desplomes de cerros se oían como bombas y que las piedras rodaban desde lo alto de los cerros.
"Están muy asustados y desorientados. No saben qué van a hacer, sólo lloran”, dijo. El mayor temor de los pobladores es que sus casas se derrumben.
En su paso por la población, Callisaya observó grietas en el camino. "Hay rajaduras desde dos hasta cuatro centímetros que se han abierto en diferentes lugares de Lloja”, refirió.
Los técnicos de la Gobernación verificaron el estado de cada una de las casas -la mayoría construida de adobe- hasta las 22:00. El temblor provocó rajaduras en 115 casas, 20 de ellas están a punto de desplomarse. "La gente ha puesto troncos de madera para sostenerlas”.
El temblor provocó el corte de la energía eléctrica y la ruptura de las tuberías de agua. La gente se mantuvo despierta ante el temor de otro temblor. La mayoría de los comunarios decidió dormir en una cancha, dijo el director departamental de Alerta.
Agregó que un 50% de las familias que tienen viviendas hechas de hormigón armado y ladrillo retornaron a sus viviendas; pero los que viven en casa de adobe temen volver por el riesgo.
Según Callisaya, si hubiera otro temblor, aunque sea débil, Lloja "no resiste”, se "desploma todo”. "Lo que en este momento (ayer) están haciendo los comunarios es su ayuno voluntario y orando”, refirió.
Las familias más afectadas pidieron carpas porque no tienen dónde resguardarse. La escuela, con graves daños en su infraestructura, también precisa otra.

Al salir de Lloja, epicentro del sismo, la comisión oficial encontró varias vías obstruidas. Verificó que la ruta que pasa por el río La Paz ha sido afectada con derrumbes, al igual que en el camino Chojalaka, donde grandes cerros presentan derrumbes.

Según Callisaya, ingresará hoy a Lloja una brigada del Servicio Departamental de Salud (SEDES). También irán especialistas en atención en este tipo de eventos, como trabajadores sociales y psicólogos, para brindar terapia a las asustadas familias.
Además, técnicos valorarán la magnitud de los destrozos. Paralelamente se llevará carpas, colchones, frazadas y tubos de conexión de agua. La Gobernación ya pidió carpas y víveres al Viceministerio Defensa Civil.

Defensa Civil garantiza la ayuda para 350 familias afectadas

El Viceministerio de Defensa Civil garantizó ayuda humanitaria para las más de 350 familias que fueron afectadas por el sismo de 4,9 grados en escala de Richter, cuyo epicentro se registró en la provincia Inquisivi.
"Tenemos que dotarles de un lugar donde ellos van a vivir mientras puedan restablecer sus viviendas; dotarles de carpas, de alimentos, vituallas, principalmente me refiero a la comunidad de Lloja, del municipio de Cairoma, donde hay hasta 100 familias afectadas”, sostuvo Cabrera.
El viceministro añadió que pedirá apoyo a los equipos de búsqueda y rescate SAR Bolivia para evacuar a otros lugares a las familias afectadas, principalmente en el municipio de Cairoma.
En esta población, aparte de las rajaduras en más de 100 casas, incluso se registró el desprendimiento de piedras de los cerros que obstruyen los caminos de acceso.
Según el informe de Defensa Civil, las comunidades de Lloja en el municipio de Cairoma, Siquimirani de Cajuata y Taca de Irupana sintieron con mayor intensidad el sismo.
El viceministro Cabrera explicó que en la primera población se evacuaron 100 familias ante el riesgo de desplome de sus viviendas; en la segunda, a tres, y en la tercera, a otras tres.
También se reportaron daños en otras poblaciones de las provincias Sud Yungas, Inquisivi y Loayza. De acuerdo al informe del director de Alerta Temprana y Prevención de Riesgos de la Gobernación de La Paz, Hilario Callisaya, las viviendas de Quime, Chulumani, Irupana y Cajuata, donde también se sintió el sismo, no presentan daños de "gran magnitud”.
El Observatorio San Calixto registró a las 2:08 del miércoles 1 de octubre un sismo de 4,9 grados en la escala de Richter en la provincia Inquisivi, del departamento de La Paz.
El movimiento fue localizado 25 kilómetros al noroeste de la población de Inquisivi; 33 kilómetros al sudeste de Irupana y a 97 kilómetros al sudeste de la ciudad de La Paz.


"Oramos cada vez que hay ruido, estamos traumados”

"Estamos traumados y oramos cada vez que escuchamos un golpe”, dijo anoche a Página Siete el representante de la Subcentral de Lloja, del municipio de Cairoma (Loayza), Edwin Gutiérrez. La comunidad fue epicentro del sismo de 4,9 grados Richter registrado el miércoles.
Según el dirigente, las oraciones comenzaron a las 18:00 del miércoles y siguen cada vez que la comunidad, reunida en la plaza, escucha un ruido que les recuerda el temblor.
"Estamos en estado de emergencia. En este momento estamos reunidos en la plaza y nadie quiere dormir en su casa”, dijo.
Contó que, como no tienen carpas, la noche del miércoles, los comunarios sacaron colchones a la plaza y durmieron cubiertos con frazadas y bolsas para protegerse de la lluvia.
"El miércoles toda la noche cada uno ha clamado y orando para que no vuelva el sismo”, contó Gutiérrez. Una de las últimas réplicas se sintió a las 11:30 de ayer. "Era como una bomba que revienta dentro de la tierra”.
La población de Lloja colinda con Sud Yungas y se encuentra a una hora a pie del río La Paz. Se encuentra en un cañadón rodeado de los cerros Huayllani, Huayaloma y Huatapata.
De acuerdo con el dirigente, Lloja tiene al rededor de 520 habitantes, entre niños, adultos y adultos mayores. De día no sienten mucho temor, tratan de realizar sus actividades y llevar sus animales a pastear, pero cuando llega a noche es cuando el miedo vuelve, refirió Gutiérrez.
Los comunarios de Lloja piden carpas, vituallas y alimentos. En las 115 casas afectadas hay 280 cuartos dañados, dijo el director de Alerta Temprana y Prevención de Riesgos de la Gobernación de La Paz, Hilarión Callisaya. Cualquier donación se recibe en las oficinas de la Gobernación.

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