miércoles, 20 de abril de 2016

Impotencia por lentitud en rescates en Ecuador

La rabia y la impotencia crecían ayer entre los sobrevivientes del potente terremoto en Ecuador, con lamentos por la lentitud en la llegada de los socorristas a las zonas destruidas por la catástrofe, que deja ya 480 muertos, 2.560 heridos y unos 1.700 desaparecidos.

“El rescate ha sido muy lento y se han perdido vidas valiosas. Nosotros los familiares hemos estado aquí desde el sábado por la noche”, exclamó Pedro Merro, cerca del mercado municipal de Manta, en la golpeada provincia de Manabí.

Su prima desapareció al colapsar la estructura de tres pisos junto al mar en esta ciudad, una de la más afectadas por el terremoto de magnitud 7,8 grados que en un minuto devastó, el sábado, la costa del país andino.

Bajo un sol abrasador, el olor de los cuerpos en descomposición se vuelve más fuerte a medida que pasan los días en esta localidad de 253.000 habitantes. Un centenar de cuerpos fueron retirados de los escombros. Pero el número de desaparecidos se desconoce.

Luis Felipe Navarro, propietario de un edificio en ruinas cerca del mercado, está convencido de que hay personas vivas entre el amasijo de hormigón y acero. “He recibido mensajes a mi teléfono. Me dicen que hay 10 en una especie de cavidad. Pero los equipos de rescate no me escuchan”.

Según el último balance, al menos 480 personas murieron, otras 2.560 están heridas y unas 1.700 siguen desaparecidas tras el violento terremoto, el peor desde 1979.

“Tenemos 2.000 registros de personas que están siendo buscadas, pero ya hemos encontrado a 300. Esto no es todavía oficial, hasta la tarde podremos dar una cifra oficial de personas estrictamente desaparecidas”, aseguró el viceministro del Interior, Diego Fuentes.

El sismo dejó además 805 edificios reducidos a escombros, carreteras reventadas e infraestructuras colapsadas en zonas de alta concurrencia de turistas. Bajo los escombros quedan todavía muchas personas atrapadas.

Además, 2.959 personas han sido trasladadas a albergues.

“Reconstruimos una vez Manabí y lo volveremos a hacer. Grande es la tragedia pero más grande el valor del pueblo ecuatoriano”, dijo el presidente Rafael Correa

El mandatario recorrió ayer centros de acopio de donaciones en Manta y en las poblaciones de Chone, San Vicente y Bahía de Caráquez.

En varias ciudades de la costa, aún salen personas con vida gracias al trabajo sin descanso de bomberos, policías, militares y perros amaestrados que han llegado desde otras ciudades de Ecuador y países como Venezuela, Colombia, México, Chile y España.

El canciller Guillaume Long, agregó que el ministerio de Relaciones Exteriores lleva un registro de los extranjeros fallecidos en el terremoto.

“Extranjeros fallecidos hasta ahora confirmados son nueve personas, pero evidentemente con la posibilidad de que ese número suba”, señaló Long, y dijo que entre los muertos hay británicos, dominicanos, colombianos, canadienses y cubanos.



PÉRDIDAS

El presidente Correa ha advertido que la reconstrucción será larga y costosa.

“Las pérdidas son multimillonarias. Yo calculo a grosso modo 2.000, 3.000 millones de dólares, dos puntos o tres puntos del Producto Interno Bruto (PIB)”, declaró Correa al canal ECTV.

El Gobierno ecuatoriano activó fondos de 450 millones dólares para la reconstrucción y contará con líneas de financiamiento del Banco Mundial, el Banco Interamericano (BID) y otras instituciones, así como ayuda material y humana de varios países vecinos y de España.

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