viernes, 25 de febrero de 2011

Autoridades de Nueva Zelandia calculan que hay víctimas de unos 20 países

Las autoridades de Nueva Zelandia estimaron hoy que hay víctimas de una veintena de nacionalidades distintas entre los 113 cadáveres que se han recuperado y las más de 200 personas desaparecidas tras el sísmo que golpeó la ciudad de Christchurch, el pasado martes.

El jefe de la Policía, Dave Cliff, indicó que su departamento mantenía contacto con diplomáticos y personal de las embajadas que habían informado de que desconocían el paradero de sus ciudadanos, que supuestamente, se encontraban en la urbe.

"Estimo que esta tragedia pudo abarcar a personas de unas veinte nacionalidades", dijo el responsable policial al canal estatal de la televisión neozelandesa, sin precisar los países de procedencia.

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, Murray McCully, dijo que confiaba que en un plazo de dos días las autoridades tendrán suficiente información para confirmar la identidad de algunas de las víctimas que se presume son extranjeras.

"He hecho llamadas telefónicas a otros ministros y embajadores a fin de prepararlos para las malas noticias", señaló el titular de Asuntos Exteriores.

Hasta el momento, las autoridades han revelado las identidades de seis de las víctimas mortales causadas por el sismo, todas ellas de nacionalidad neozelandesa y que incluyen dos bebés, uno de cinco meses y otro de nueve meses.

En la lista oficial de 228 desaparecidos figuran al menos 46 estudiantes extranjeros y profesores de un centro para la enseñanza del inglés situado en la tercera planta del edificio que albergó la sede del canal Canterbury de televisión, conocido por CTV y que se derrumbó a causa de la sacudida.

En el citado centro educativo, llamado King's Education College English, cursaban estudios alumnos de Japón, Tailandia, Filipinas, Corea del Sur, China y de otras nacionalidades que ni la dirección ni las autoridades han confirmado.

Los especialistas descartaron que haya personas vivas debajo de los escombros del edificio CTV, del que los bomberos han extraído desde el pasado martes al menos 47 cadáveres, mientras que las autoridades creen que permanecen sepultados otros 120.

El jefe del Servicio Urbano de Búsqueda y Rescate, Jim Stuart, explicó que durante la noche del jueves los equipos extrajeron otras cinco víctimas mortales de los edificios siniestrados, la mayor parte ubicados en el centro de Christchurch, donde está en vigor el toque de queda.

Stuart apuntó que durante los últimos dos días los equipos no han detectado ninguna señal de vida durante las comprobaciones, aunque precisó la búsqueda continuará.

"Hemos inspeccionado ya cerca del 90 por ciento del centro de la ciudad", dijo a la prensa el coordinador de las operaciones en las que participan cerca de 750 especialistas, entre ellos unos 350 enviados por Japón, China, Singapur, Australia, Estados Unidos y el Reino Unido.

En las tareas de búsqueda, que se centran ahora en las ruinas de los edificios Sumer y Leyttelton, los bomberos emplean una veintena de perros adiestrados, sensores acústicos de precisión y también maquinaria pesada.

El gobierno declaró el miércoles el estado de emergencia después de que el primer ministro dijera en un mensaje televisado que el seísmo había causada "muerte y destrucción a una escala inimaginable".

En septiembre pasado, un seísmo de 7,2 grados golpeó Christchurch y causó decenas de heridos e importantes daños en infraestructuras públicas y edificios en el sur del país.

Nueva Zelanda registra cada año unos 14.000 temblores, de los un 20 por ciento alcanzan o superan los 5 grados en la escala abierta de Richter.

En 1968, un seísmo de 7,1 grados causó tres muertos en la costa oeste de la Isla Sur, pero el más grave fue el ocurrido en 1931 en la ciudad de Napier de la Isla Norte, donde 256 personas perdieron la vida.

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