lunes, 20 de octubre de 2014

Sismos, Bolivia podría sufrir uno de magnitud

FENÓMENOS | DE ACUERDO A INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS, BOLIVIA PODRÍA SUFRIR UN MEGASISMO MAYOR A LOS QUE HA TENIDO A LO LARGO DE SU HISTORIA, PERO NO SE PUEDE PRECISAR CUÁNDO.

Hace pocas semanas, un movimiento telúrico fue sentido en Brasil, Perú, Chile y Bolivia. Los departamentos de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, sintieron el sismo que tuvo su origen como epicentro en la provincia de Moxos a las 14:48 hrs., en la región amazónica de Beni (a 184 kilómetros al sudeste de Santa Ana y a 258 de Cochabamba) a una profundidad de 533 kilómetros, pero lo cierto es que pocos bolivianos supieron cómo reaccionar. Esto es grave, más aún si tomamos en cuenta la investigación publicada en 2011 por la revista científica Nature, que advierte que en los límites entre Santa Cruz y Chuquisaca podría darse un sismo de gran magnitud superior a los 8,9 grados en la escala de Richter. Un fenómeno devastador.

El estudio se refiere a una región situada en Mandeyacua, en el departamento de Santa Cruz y sus localidades limítrofes con Chuquisaca, donde se concentrarían tensiones provocadas por la confluencia de dos placas tectónicas. La revista publicó una investigación realizada por el científico Benjamín Brooks, geofísico de la Universidad de Hawai en Manoa. Brooks y su equipo han estudiado la historia sísmica de la región para determinar la fecha y el alcance de los terremotos del pasado y tratar de descubrir si un megasismo de esta potencia se ha manifestado ya hace millones de años o va a manifestarse.

“La región estudiada es la zona subandina de los Andes centrales, es decir, Bolivia entre Santa Cruz y Yacuiba (limite este) y Sucre-Tarija (limite oeste)”, indicó Benjamin A. Brooks, geólogo de la Facultad de Oceanografía y Ciencias de la Tierra de la Universidad de Hawai, agregando que en la actualidad la ciencia no puede predecir cuándo ocurrirá un sismo y que por lo menos en los últimos 300 años no se ha producido un terremoto de esa intensidad en esa región.

En el estudio también participaron investigadores del Observatorio San Calixto y del Instituto Geográfico Militar de Bolivia y del Instituto de Capacitación Especial y Desarrollo de Ingeniería Asistida por Computación (Cediac) de la Universidad Nacional de Cuyo, en Argentina, entre otros institutos.



EL CAMBIO IMPREDECIBLE

De acuerdo con las estimaciones realizadas en el pasado, sustentadas en historiales sísmicos, se configuraba a Sudamérica y, en este caso a Bolivia, como una zona de relativa calma en cuanto a movimientos telúricos de magnitud, pero el estudio publicado por Nature señala que un minucioso análisis de cálculos efectuados con Sistemas de posicionamiento global (GPS) realizados en el flanco oriental de la cadena montañosa andina, sugiere que las tensiones subterráneas que se acumulan allí desde hace siglos podrían provocar un sismo de magnitud entre 8,7 y 8,9.

En la zona subandina de los Andes centrales podría producirse un sismo de tal magnitud a raíz de la potencial actividad de una falla de cerca de 100 kilómetros de ancho y varios cientos de largo.

Siempre se ha discutido la magnitud máxima de generación de un terremoto por parte de las fallas geológicas que levantan la cordillera del lado argentino o boliviano de los Andes, indicó a la Agencia CyTA Andrés Folguera, investigador del Conicet (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas de Argentina) y doctor en Ciencias Geológicas y docente del Departamento de Ciencias Geológicas de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires.

Si bien no se puede predecir un terremoto, la ciencia puede establecer hipótesis de tipos de sismo y zonas de riesgo a partir de estudios geológicos. Según Folguera los autores del estudio, liderados por Brooks, “muestran que el plano común casi horizontal (con una leve inclinación de unos 5º grados) en el cual se reúnen las fallas geológicas o fracturas que levantan los Andes a la altura de Bolivia se halla trabado a lo largo de una distancia de 100 kilómetros. Esto lo determinan viendo la forma en la cual el relieve se desplaza en el tiempo. Para ello han calculado su desplazamiento con modernas técnicas de GPS y datos topográficos.”

Las técnicas de GPS consisten en instalar un equipo sobre terreno firme que detecte variaciones geológicas muy sutiles en la posición respecto de un satélite o varios que se encuentran orbitando la Tierra.



MAGNITUD DE UN TERREMOTO

“La magnitud de un terremoto (o lo que es lo mismo, la cantidad de energía liberada) depende de la superficie de ruptura de una falla. Para dar un ejemplo, la zona en la cual el fondo del océano Pacífico se introduce por debajo de Sudamérica tiene miles de kilómetros, pero afortunadamente no se rompen más de mil de una sola vez (eso pasó en 1960 en el terremoto de Valdivia) y en general no más de cientos a decenas de kilómetros (en Chile-2010- se rompieron unos 550 km, el Japón -2011- unos 650 km)”, destacó Folguera quien señaló que el trabajo de Brooks aporta datos duros que permiten cuantificar los potenciales sismos en la región estudiada de Bolivia.

Por otra parte el investigador indicó que las fallas más grandes de la tierra, son aquellas en las cuales una placa se sumerge por debajo de otra. “Esas fallas tienen miles de kilómetros de largo y cientos de ancho. Las fallas que levantan las cordilleras, como la estudiada por Brooks, son más pequeñas, tienen decenas a centenas de kilómetros de lado. Por lo tanto, potencialmente, las primeras pueden generar terremotos más grandes que las segundas”, subrayó Folguera.

Si bien la superficie trabada de 100 km entre placas tectónicas implica una potencial superficie de ruptura que podría generar un sismo de entre 8.7 y 8.9 grados Richter, Folguera también considera que esto no implica que así indefectiblemente evolucionará el sistema montañoso en cuestión. “Esos 100 kilómetros trabados podrían romperse en un solo sismo, pero también podría pasar que se produzcan varios sismos de menor intensidad a través del tiempo. La falta de conocimiento profundo de la forma en la cual las fallas frontales de los Andes Bolivianos se comportan, hace que el pronóstico en cuestión sea especulativo” destacó el investigador y concluyó: “De todas formas lo que los investigadores señalan es que por su evidente potencial sísmico deberíamos mirar con respeto a las fallas que también se encuentran en la vertiente argentina de los Andes y que se encargan de producir su levantamiento.”



LOS RESULTADOS

Dos millones de bolivianos estarían expuestos a un peligro de terremoto de una magnitud de hasta 8,9, un sismo que sería 125 veces más potente de lo que auguraban estimaciones anteriores, según el estudio publicado por Nature. "Nadie sospechaba de que las estimaciones precedentes habían sido subestimadas", destacó Benjamin Brooks, principal autor del estudio.

La advertencia debe ser tomada muy en cuenta. "Esperamos que estas informaciones serán ampliamente difundidas en Bolivia y tomadas en cuenta por la gente que podría resultar más afectada", dijo Brooks.

Esos cálculos muestran en efecto que la zona situada al oeste de la falla de Mandeyapecua, orientada Norte-Sur, se desplazó mucho más que el área situada al este de esta falla. "La ruptura de toda esta sección 'encerrada' durante un solo sismo podría culminar en un temblor de magnitud 8,9", estimó Brooks.



¿CUÁNDO?

Es imposible saber cuándo dicho megasismo podría producirse, ni siquiera decir con certeza si se producirá algún día. Una serie de temblores menos potentes podría en efecto disipar las tensiones telúricas sin provocar un megasismo.

En los últimos años se han producido sismos de mayor magnitud (9,0 en Japón en marzo pasado y 8,8 en Chile en febrero de 2010) que han incitado a los especialistas a revisar sus estimaciones.

"Probablemente, deberíamos evaluar de nuevo nuestras estimaciones de los sismos", dijo Ross Stein, sismólogo del Sistema de Vigilancia Geológica de EEUU.

En lo que va de 2014, Bolivia ha registrado casi un sismo por día y la región con mayor sismicidad es el altiplano: La Paz, Oruro y Potosí, según informa el analista del Observatorio San Calixto (OSC), Teddy Griffith.

De acuerdo con el reporte del OSC los movimientos sísmicos se han concentrado en seis de los nueve departamentos del país. Potosí es el departamento con el mayor número de incidentes, de acuerdo con las explicaciones del sismólogo Griffith, el departamento de Potosí es la región que más sismos ha presentado.

El analista relacionó el incremento de sismos en esta región altiplánica debido al sismo de gran magnitud que se registró en el norte de Chile de 8,2 grados Richter.

De acuerdo con los datos estadísticos, Potosí fue el departamento más afectado por la actividad sísmica en 2013 con un total de 85 sismos, siendo el movimiento de 5,3 grados en la escala de Richter el más significativo. Éste acaeció el 9 de octubre de 2013, a cinco kilómetros al este de la población de Quetena Grande y a 330 kilómetros al sudoeste la ciudad de Potosí, donde no hubo daños materiales ni personales. (Con datos de La Prensa, La Razón, Revista Nature y OSC).



¿QUÉ HACER EN CASO DE SISMO?

Instituciones internacionales como la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias de Estados Unidos (FEMA), la Agencia Meteorológica de Japón, la Campaña “Bogotá, con los pies en la tierra”, la Agencia para el Manejo de Emergencias de California y otras aconsejan las siguientes medidas para prevenir y disminuir los daños causados por un sismo.

Antes

En su hogar, determine los objetos que puedan convertirse en un peligro durante un terremoto, como, por ejemplo, cuadros, espejos, lámparas, macetas colgantes, etc. y reubíquelos o asegúrelos de manera que no puedan caerle encima de ocurrir un sismo.
Practique simulacros de terremoto. Con anticipación, cada miembro de su familia, oficina o escuela debería saber dónde colocarse en caso de sismo; por ejemplo, debajo de un escritorio o una mesa fuerte.
Conozca dónde y cómo cerrar el paso de la electricidad, el gas y el agua en los interruptores y tomas principales.
Acuerde un teléfono de contacto fuera de la ciudad al cual los miembros de su familia puedan llamar para hacerles saber a los demás que están bien.
Mantenga una reserva de alimentos no perecibles y agua potable para al menos 3 días.

Kit de emergencia:

Acostúmbrese a tener a mano una mochila con:

Radio portátil
Linterna con pilas
Botiquín de primeros auxilios
Agua embotellada
Alimentos enlatados y granos secos
Abrelatas
Una copia de sus documentos personales
Pito
Lista de teléfonos de emergencia

Durante

En lo posible manténgase tranquilo y permanezca en el interior mientras dure el terremoto.
¡Échese al piso, cúbrase y agárrese! Dé solo los pasos que le permitan colocarse debajo de un lugar seguro, como un escritorio o una mesa resistente. Una vez allí agárrese con ambas manos de una pata.
Manténgase alejado de ventanas, vidrios, espejos, puertas exteriores o paredes y de todo lo que pueda caerle como lámparas y muebles.
Si no hay una mesa o escritorio cerca de usted, cúbrase la cara y la cabeza con sus brazos y agáchese lejos de ventanas y estanterías.

Si usted está en…

La calle: aléjese los postes y los cables eléctricos.

Un edificio: Métase debajo de una mesa o escritorio, alejado de ventanas y paredes exteriores. Permanezca allí hasta que haya pasado el movimiento. NO use los ascensores.

El interior de un lugar concurrido como un restaurante o un cine: Quédese donde esté. No corra hacia las puertas. Aléjese de las repisas que contengan objetos que puedan caerle.

Un carro en movimiento: Pare tan rápido como sea posible y quédese dentro del vehículo hasta que pase el temblor. Evite detenerse cerca o debajo de edificios, árboles, puentes o cables eléctricos. Luego, proceda cautelosamente, observando la carretera y los puentes para ver si tienen daños. Si tiene que salir, esté pendiente de objetos que caigan, cables eléctricos caídos y paredes, puentes, etc.

Después

Si queda atrapado en los escombros:

No encienda fuego.
Trate de no moverse ni levantar polvo.
Cúbrase la boca con un pañuelo o con su ropa.
Dé golpes en un tubo o la pared para que los rescatadores puedan encontrarlo. Use un pito, si tiene uno. Grite sólo como último recurso, ya que al hacerlo podría tragar cantidades peligrosas de polvo.

Sepa que después de un terremoto, vendrán réplicas. Si el lugar donde se encontraba fue afectado por el primer temblor, evite volver a él. Estas réplicas por lo general son menos violentas que el terremoto principal, pero suficientemente fuertes para causar daños adicionales a estructuras debilitadas.
Verifique si hay lesiones. No intente mover a las personas que estén seriamente lesionadas, a menos que estén en peligro inmediato de muerte o nuevas lesiones. Si tiene que mover a una persona inconsciente, estabilice primero el cuello y la espalda, y luego pida ayuda inmediatamente. Si la víctima no está respirando, coloque cuidadosamente a la víctima en posición para administrarle resucitación de boca a boca.
Mantenga la temperatura del cuerpo de la persona lesionada con una frazada, pero asegúrese de que no se caliente demasiado.
Nunca dé líquidos a una persona inconsciente.
Si la luz se corta, use linternas de batería. No use velas ni fósforos en el interior después de un terremoto, ya que puede haber fugas de gas.
Inspeccione su hogar para ver si hay daños estructurales. Si tiene dudas acerca de la seguridad, haga que un ingeniero civil inspeccione su casa antes de regresar.
Limpie el suelo de medicinas, blanqueadores, gasolina y otros líquidos inflamables derramados. Si se detectan vapores de gasolina y el edificio no está bien ventilado, salga inmediatamente. Si siente olor a gas o escucha un sonido de silbido o soplido, abra una ventana y salga.
Corte la corriente eléctrica, si sabe o sospecha que hay daños. Cierre el suministro de agua en la toma principal si las tuberías de agua están dañadas. No baje el agua de los inodoros hasta que sepa que el alcantarillado está en buenas condiciones.
Abra los gabinetes con cuidado, ya que los objetos pueden caer de los estantes.

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