La tierra tiembla. Ayer, un terremoto de seis grados en la escala de Richter en la provincia oriental turca de Elazig dejó al menos 57 muertos y más 50 heridos, mientras en Chile varias réplicas seguidas del movimiento telúrico del sábado 27 de febrero se han sentido en la zona central del país, pero sin provocar pérdidas.
Desde Ankara (Turquía), la agencia Efe reprodujo el informe del portavoz del Gobierno, Cemil Cicek, quien explicó que en la zona afectada, situada en el área rural de esa nación, varias casas no resistieron el fenómeno y se derrumbaron provocando víctimas. Según otras fuentes, la cifra de heridos fue elevada al centenar.
El sismo tuvo lugar en una zona montañosa y afectó especialmente a una decena de aldeas, la mayor de ellas compuesta por 150 hogares, cuyas casas están construidas con ladrillos de adobe. Según las autoridades turcas, el terremoto ha golpeado sólo a pueblos del área rural y ha causado la muerte de ganado al desplomarse los techos de los establos.
El Observatorio Sismológico Kandilli, el mayor centro de este tipo en Turquía, informó que el terremoto tuvo lugar ayer a las 04.32 hora local (02.32 GMT) y su epicentro fue el área de Karakocan, con cinco kilómetros de profundad. Al primer movimiento de tierra le siguieron hasta 40 réplicas de entre 2,6 y 5 grados, pero cinco horas más tarde otro sismo de 5,5 grados Richter sacudió de nuevo la provincia, lo que causó el pánico entre la población, que prefirió dejar sus casas.
El gobernador de Elazig, Muammer Erol, explicó a los canales de televisión turcos que los equipos de rescate habían conseguido llegar en helicóptero a todos los pueblos y que cuatro personas estaban atrapadas bajo los escombros de una casa en una de las aldeas.
“Los equipos de rescate están aquí. La Media Luna Roja ha enviado mantas y tiendas y también se les ha hecho llegar comida con los helicópteros”, dijo.
Turquía es un país en el que se producen terremotos de gran magnitud. El peor de la historia turca, de 7,9 grados Richter, tuvo lugar en 1939 y causó la muerte de 33.000 personas.
Varios países del orbe han exteriorizado señales de solidaridad por las muertes ocurridas en el sismo, entre ellos varios latinoamericanos, como México y Brasil, así como organizaciones internacionales, como la Comisión Europea, que ya comprometió su ayuda, tal como había ocurrido hace diez días cuando se produjo similar catástrofe en la región centro y sur de Chile.
Precisamente, desde Santiago, Efe reportó ayer que una seguidilla de sismos de magnitudes superiores a los cuatro grados Richter sacudió la costa central de Chile, con epicentros localizados al norte de Valparaíso. Los temblores fueron considerados de intensidad menor por la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), que informó que los movimientos no han causado víctimas ni daños materiales. La ola de sismos, que los expertos incluyen entre las réplicas del terremoto de 8,8 grados Richter que devastó el centro y sur de Chile el 27 de febrero, comenzó a las 12.30 hora local (11.30 hora boliviana), con un temblor de 4,2 grados, según el Instituto Sismológico de la Universidad de Chile, que situó el epicentro bajo el mar, a 41 kilómetros al norte de Valparaíso.
Después se registraron réplicas en Los Andes, San Felipe y Quillota, Lugo Papudo, La Ligua, Limache, Casablanca, Valparaíso, Santiago y San Fernando, de intensidades de entre II y IV grados en la escala Mercalli, que va de uno a doce.
Mientras se reportaban estos nuevos fenómenos naturales, Chile se vestía de luto por segundo día consecutivo en señal de duelo por las víctimas del terremoto del sábado 27 de febrero. Las banderas ondearon ayer a media asta en todos los edificios de la capital y el Gobierno suspendió todos los actos oficiales.
Pero a más de una semana del fuerte sismo, el país ya tiene total conectividad terrestre, aérea y marítima, excepto el puerto de Talcahuano (sur), lo que significa poder llegar con ayuda a todas las localidades afectadas. El informe corresponde al ministro chileno de Obras Públicas, Sergio Bitar, según la edición digital de El Mercurio. Sobre el costo de las reparaciones de la infraestructura, dijo que se requieren unos mil millones de dólares y que en obras de empresas concesionadas, que tienen seguros, las reparaciones alcanzan a un poco más de 200 millones de dólares. “Durarán unos tres años porque estamos hablando del recambio de los puentes dañados”, dijo.
Chile resistió ayer varios sismos que son las réplicas del terremoto.
Millonaria Recuperación
Al menos dos millones de dólares, en objetos robados durante los saqueos, han sido recuperados por las autoridades chilenas en la sureña ciudad de Concepción, una de las más afectadas por el terremoto de 8,8 grados en la escala de Richter que se registró el 27 de febrero en la región centro sur del vecino país.
De acuerdo con el diario chileno La Nación, muchos de los artículos corresponden a electrodomésticos que fueron robados de tiendas en medio del pánico colectivo. Todos los artefactos se reúnen en la prefectura y el gimnasio municipal para devolverlos. Algunos se han obtenido mediante allanamientos a los domicilios de los saqueadores, mientras que en otros casos se ha producido la devolución de artículos por parte de las personas que los sustrajeron.
Pero las autoridades dijeron que de aplicará ña ley. “Más allá de que gente haya empezado a devolver voluntariamente, nos haremos responsables de que todo el peso de la ley se aplique en las personas que incurrieron en aquellos delitos”, manifestó la presidenta chilena Michelle Bachelet.
Ola de sismos es “coincidencia”
Durante las últimas semanas una serie de terremotos han sacudido a Haití, Chile, la isla indonesa de Sumatra y ahora Turquía, pero no hay nada inusual en estos fenómenos, aseguran varios científicos. Para ellos, aun cuando un fuerte sismo puede aumentar el riesgo de movimientos telúricos en otros lugares, la reciente serie de terremotos es probablemente una coincidencia. Agregaron que la devastación demuestra cómo la creciente edificación de ciudades en fallas sísmicas puede conllevar a muertes masivas.
“Puedo decir definitivamente que el mundo no se está acabando”, dijo Bob Holdsworth, experto en placas tectónicas de la Universidad de Durham. Bernard Doft, sismólogo del Real Instituto Meteorológico de los Países Bajos, asegura que no hay una conexión directa entre los mortales terremotos que han golpeado a Haití, Chile y Turquía. “Estos hechos están muy lejos como para tener una influencia directa entre ellos”, dijo. El criterio de ambos expertos fue reflejado desde Londres en la edición digital del Miami Herald. Según las estadísticas, cada año ocurre el mismo número de terremotos. Estos sismos forman parte de un patrón constante que se ha visto desde 1900, cuando comenzaron los registros geológicos, refiere el Servicio de Inspección Geológica de Estados Unidos (USGS).
Para destacar
Víctimas. Hasta el momento se han reportado más de 50 muertos en Turquía y podría haber más de 100 heridos.
Sismos. El peor de la historia turca, de 7,9 grados Richter, tuvo lugar en 1939 y causó la muerte de 33.000 personas.
Una seguidilla de sismos se registró ayer en Chile, pero no se lamentaron pérdidas humanas ni materiales.
Valdivia es la localidad chilena donde se ha sentido, en 1960, el peor movimiento telúrico, de nueve grados Richter.
Desde Ankara (Turquía), la agencia Efe reprodujo el informe del portavoz del Gobierno, Cemil Cicek, quien explicó que en la zona afectada, situada en el área rural de esa nación, varias casas no resistieron el fenómeno y se derrumbaron provocando víctimas. Según otras fuentes, la cifra de heridos fue elevada al centenar.
El sismo tuvo lugar en una zona montañosa y afectó especialmente a una decena de aldeas, la mayor de ellas compuesta por 150 hogares, cuyas casas están construidas con ladrillos de adobe. Según las autoridades turcas, el terremoto ha golpeado sólo a pueblos del área rural y ha causado la muerte de ganado al desplomarse los techos de los establos.
El Observatorio Sismológico Kandilli, el mayor centro de este tipo en Turquía, informó que el terremoto tuvo lugar ayer a las 04.32 hora local (02.32 GMT) y su epicentro fue el área de Karakocan, con cinco kilómetros de profundad. Al primer movimiento de tierra le siguieron hasta 40 réplicas de entre 2,6 y 5 grados, pero cinco horas más tarde otro sismo de 5,5 grados Richter sacudió de nuevo la provincia, lo que causó el pánico entre la población, que prefirió dejar sus casas.
El gobernador de Elazig, Muammer Erol, explicó a los canales de televisión turcos que los equipos de rescate habían conseguido llegar en helicóptero a todos los pueblos y que cuatro personas estaban atrapadas bajo los escombros de una casa en una de las aldeas.
“Los equipos de rescate están aquí. La Media Luna Roja ha enviado mantas y tiendas y también se les ha hecho llegar comida con los helicópteros”, dijo.
Turquía es un país en el que se producen terremotos de gran magnitud. El peor de la historia turca, de 7,9 grados Richter, tuvo lugar en 1939 y causó la muerte de 33.000 personas.
Varios países del orbe han exteriorizado señales de solidaridad por las muertes ocurridas en el sismo, entre ellos varios latinoamericanos, como México y Brasil, así como organizaciones internacionales, como la Comisión Europea, que ya comprometió su ayuda, tal como había ocurrido hace diez días cuando se produjo similar catástrofe en la región centro y sur de Chile.
Precisamente, desde Santiago, Efe reportó ayer que una seguidilla de sismos de magnitudes superiores a los cuatro grados Richter sacudió la costa central de Chile, con epicentros localizados al norte de Valparaíso. Los temblores fueron considerados de intensidad menor por la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), que informó que los movimientos no han causado víctimas ni daños materiales. La ola de sismos, que los expertos incluyen entre las réplicas del terremoto de 8,8 grados Richter que devastó el centro y sur de Chile el 27 de febrero, comenzó a las 12.30 hora local (11.30 hora boliviana), con un temblor de 4,2 grados, según el Instituto Sismológico de la Universidad de Chile, que situó el epicentro bajo el mar, a 41 kilómetros al norte de Valparaíso.
Después se registraron réplicas en Los Andes, San Felipe y Quillota, Lugo Papudo, La Ligua, Limache, Casablanca, Valparaíso, Santiago y San Fernando, de intensidades de entre II y IV grados en la escala Mercalli, que va de uno a doce.
Mientras se reportaban estos nuevos fenómenos naturales, Chile se vestía de luto por segundo día consecutivo en señal de duelo por las víctimas del terremoto del sábado 27 de febrero. Las banderas ondearon ayer a media asta en todos los edificios de la capital y el Gobierno suspendió todos los actos oficiales.
Pero a más de una semana del fuerte sismo, el país ya tiene total conectividad terrestre, aérea y marítima, excepto el puerto de Talcahuano (sur), lo que significa poder llegar con ayuda a todas las localidades afectadas. El informe corresponde al ministro chileno de Obras Públicas, Sergio Bitar, según la edición digital de El Mercurio. Sobre el costo de las reparaciones de la infraestructura, dijo que se requieren unos mil millones de dólares y que en obras de empresas concesionadas, que tienen seguros, las reparaciones alcanzan a un poco más de 200 millones de dólares. “Durarán unos tres años porque estamos hablando del recambio de los puentes dañados”, dijo.
Chile resistió ayer varios sismos que son las réplicas del terremoto.
Millonaria Recuperación
Al menos dos millones de dólares, en objetos robados durante los saqueos, han sido recuperados por las autoridades chilenas en la sureña ciudad de Concepción, una de las más afectadas por el terremoto de 8,8 grados en la escala de Richter que se registró el 27 de febrero en la región centro sur del vecino país.
De acuerdo con el diario chileno La Nación, muchos de los artículos corresponden a electrodomésticos que fueron robados de tiendas en medio del pánico colectivo. Todos los artefactos se reúnen en la prefectura y el gimnasio municipal para devolverlos. Algunos se han obtenido mediante allanamientos a los domicilios de los saqueadores, mientras que en otros casos se ha producido la devolución de artículos por parte de las personas que los sustrajeron.
Pero las autoridades dijeron que de aplicará ña ley. “Más allá de que gente haya empezado a devolver voluntariamente, nos haremos responsables de que todo el peso de la ley se aplique en las personas que incurrieron en aquellos delitos”, manifestó la presidenta chilena Michelle Bachelet.
Ola de sismos es “coincidencia”
Durante las últimas semanas una serie de terremotos han sacudido a Haití, Chile, la isla indonesa de Sumatra y ahora Turquía, pero no hay nada inusual en estos fenómenos, aseguran varios científicos. Para ellos, aun cuando un fuerte sismo puede aumentar el riesgo de movimientos telúricos en otros lugares, la reciente serie de terremotos es probablemente una coincidencia. Agregaron que la devastación demuestra cómo la creciente edificación de ciudades en fallas sísmicas puede conllevar a muertes masivas.
“Puedo decir definitivamente que el mundo no se está acabando”, dijo Bob Holdsworth, experto en placas tectónicas de la Universidad de Durham. Bernard Doft, sismólogo del Real Instituto Meteorológico de los Países Bajos, asegura que no hay una conexión directa entre los mortales terremotos que han golpeado a Haití, Chile y Turquía. “Estos hechos están muy lejos como para tener una influencia directa entre ellos”, dijo. El criterio de ambos expertos fue reflejado desde Londres en la edición digital del Miami Herald. Según las estadísticas, cada año ocurre el mismo número de terremotos. Estos sismos forman parte de un patrón constante que se ha visto desde 1900, cuando comenzaron los registros geológicos, refiere el Servicio de Inspección Geológica de Estados Unidos (USGS).
Para destacar
Víctimas. Hasta el momento se han reportado más de 50 muertos en Turquía y podría haber más de 100 heridos.
Sismos. El peor de la historia turca, de 7,9 grados Richter, tuvo lugar en 1939 y causó la muerte de 33.000 personas.
Una seguidilla de sismos se registró ayer en Chile, pero no se lamentaron pérdidas humanas ni materiales.
Valdivia es la localidad chilena donde se ha sentido, en 1960, el peor movimiento telúrico, de nueve grados Richter.
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