El terremoto, en los primeros diez minutos de este lunes (05.10 GMT), con epicentro a 47 kilómetros al suroeste de Ica y a una profundidad de 48 kilómetros, se sintió también en las regiones de Lima y Junín, en el centro de Perú, y en las de Ayacucho, Huancavelica y Arequipa, al sur del país.
Un segundo movimiento telúrico de 4,0 grados de magnitud en la escala de Richter se produjo a las 09.20 hora local (14.20 GMT), pero tuvo una mayor profundidad, a 58 kilómetros, por lo que sólo fue perceptible en Ica, a 325 kilómetros al sur de Lima.
La mayor cantidad de heridos se produjo por el temor y la desesperación de la población por salir de sus casas.
Esta región sufre permanentemente este tipo de movimientos telúricos y en octubre pasado se registró el último sismo de 6,7 grados, que causó 83 heridos y dañó 35 casas.
De acuerdo a un reporte del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), el terremoto de esta madrugada dejó 119 heridos que fueron atendidos en 12 hospitales y centros de salud de Ica.
Sin embargo, la mayoría ya fueron dados de alta y sólo cuatro tienen lesiones de consideración, como fracturas en la cadera y en las extremidades inferiores, y permanecen internados, aclaró el director de Defensa Civil en Ica, César Chonate, al canal N.
El sismo ha dejado además 90 damnificados por la pérdida de 18 casas que quedaron inhabitables y 110 personas afectadas por los daños sufridos en 22 viviendas, agregó el reporte de Defensa Civil.
Los principales daños materiales en casas y edificios públicos se han producido en el centro de la ciudad de Ica, una urbe que fue duramente golpeada en el terremoto del 2007 por la destrucción de más de 85.000 viviendas y la muerte de 595 personas.
Según la evaluación hecha por Defensa Civil hasta el momento, hay 18 casas inhabitables, 11 de las cuales están en el distrito de Tinguiña, cinco en San Clemente y otras dos en la ciudad de Ica, la capital regional.
Por su parte, el presidente del Consejo de Ministros, Oscar Valdés, dijo en una entrevista con Radio Nacional que "el Estado siempre estará atento a este tipo de emergencias", tras expresar su solidaridad con los heridos ante la ausencia del mandatario Ollanta Humala, que retornará en las próximas horas a Lima tras su viaje a Europa.
A su turno, la vicepresidenta Marisol Espinoza, a cargo del Ejecutivo, declaró a Radio Nacional que "el Gobierno ha reaccionado como corresponde, oportunamente, desde que se realizaron los primeros reportes".
Espinoza llamó a reflexionar sobre las políticas estatales de prevención dado que "la mayoría de personas que han resultado heridas ha sido por contusiones y atropellos".
A pesar de que Ica es una de las principales ciudades del país, por su intenso movimiento económico, por la agroindustria y el comercio, la reconstrucción por el terremoto del 2007 es aún una tarea pendiente para el Gobierno.
Las calles de la región todavía tenían 283.000 metros cúbicos de escombros en septiembre pasado, cuando el Gobierno de Ollanta Humala encargó al Ejército las labores de limpieza, después de haber aprobado una serie de medidas para reponer los servicios públicos en algunas comunidades que seguían sin ellos desde el sismo.
Las autoridades regionales de Ica promovieron marchas de protesta para denunciar el mal manejo de los fondos destinados para la limpieza de escombros y la indiferencia del entonces Gobierno de Alan García.
Tras el sismo, el Ejecutivo de García (2006-2011) entregó bonos de 2.142 dólares a los damnificados para la reconstrucción de sus casas y creó el Fondo de Reconstrucción del Sur (FORSUR) con más de 1.000 millones de dólares, pero aparentemente la burocracia y los malos manejos terminaron diluyendo los planes de reconstrucción.
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