Las autoridades filipinas elevaron hoy a 63 el número de muertos en el terremoto de 6,7 grados en la escala abierta de Richter que golpeó el lunes a la isla de Negros en la región central del archipiélago.
El director del Centro Nacional de Prevención de Desastres, Benito Ramos, declaró a Efe que 34 cuerpos han sido recuperados en la provincia de Negros Oriental mientras los equipos de rescate tratan de desenterrar a 29 atrapados en el pueblo de Guihulngan.
Tanto el Ejército como el alcalde de la localidad, Ernesto Reyes, han descartado que los sepultados continúen con vida.
Se desvanecen también las esperanzas de hallar con vida a alguna de las 42 personas enterradas por una montaña de tierra y escombros por otro alud ocurrido en el pueblo de La Libertad.
Cerca de 2.000 soldados han sido desplegados en la zona para participar en las labores de rescate y entregar víveres a la población.
"Luchamos contra el tiempo, pero seguimos esperando que algunos sigan vivos", afirmó Ramos.
Según el último informe del Centro Nacional de Prevención de Desastres, todas las muertes ocurrieron en la provincia de Negros Oriental y fueron causadas en su mayoría por desprendimientos de tierra y edificios derribados por el fuerte temblor.
Más de 74.000 personas se han visto afectadas por el seísmo, que ha dejado inutilizados diez puentes y tres tramos de carretera y ha destruido por completo 974 viviendas.
A pesar de las dificultades, Ramos indicó que el Ejército ha llevado agua y alimentos a las poblaciones afectadas después de que en los últimos días escasearan los víveres.
Las autoridades prevén que el número oficial de fallecidos siga aumentando a medida que pasen los días, ya que las dificultades de comunicación ralentizan el recuento.
El temblor inicial de 6,7 grados tuvo lugar a 19 kilómetros de profundidad y 70 kilómetros al norte de Dumaguete, según los datos del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), que mide la actividad sísmica en todo el mundo.
El servicio filipino de Sismología y Vulcanología (Phivolcs) midió una profundidad de apenas 10 kilómetros y la intensidad de 6,9 grados.
Según este organismo, el seísmo fue causado por una falla tectónica que había sido localizada entre las islas de Negros y Cebú.
Phivolcs ha detectado más de 1.300 réplicas desde el primer temblor, la mayoría muy débiles, aunque la más potente llegó a los 6,2 grados en la tarde del lunes.
Su director, Renato Solidum, señaló que las réplicas probablemente continuarán en las próximas semanas, "pero su fuerza irá decreciendo".
Filipinas se asienta sobre el llamado 'Anillo de Fuego del Pacífico', una zona de gran actividad sísmica y volcánica que es sacudida por unos 7.000 temblores al año, la mayoría moderados.
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