Varios tornados causaron nueve víctimas mortales en el medio oeste estadounidense, además de decenas de heridos y daños materiales, según las autoridades de los estados de Illinois y Misuri.
El último recuento oficial confirma nueve muertos (uno menos que en informaciones previas), seis de los cuales se registraron en Illinois y tres en Misuri, estados donde las rachas de viento llegaron hasta los 320 kilómetros por hora.
Varios estados del país, en el medio oeste y sur, siguen bajo la amenaza de fuertes tormentas y alertas por tornado. En Harrisburg (Illinois), la ciudad más afectada por los tornados de la pasada madrugada, murieron al menos seis personas, dos de ellas menores, según confirmó a Efe un portavoz del estado, Mike Claffey, quien destacó que el área urbana de esta ciudad de unos 9.000 habitantes ha sufrido también graves daños materiales.
En el estado vecino de Misuri se registraron tres víctimas mortales más, que vivían en caravanas, en las zonas de Cassville y Buffalo, apuntó a Efe un portavoz de la oficina del gobernador del estado. El alcalde de Harrisburg, Eric Gregg, dijo que los efectos sobre la ciudad fueron "devastadores". "Hemos perdido a niños, hemos perdido a parte de nuestras familias, muchos millones de dólares", declaró en rueda de prensa.
Calificó el acontecimiento de "terrorífico" y apuntó que la prioridad es asegurar que las personas desplazadas de sus hogares tengan sitios donde hospedarse y comer. La oficina del aguacil de la zona, en el condado de Saline, reconoció que unas 100 personas resultaron heridas, decenas de viviendas fueron destruidas parcial o totalmente y unos 25 negocios resultaron dañados.
El gobernador de Illinois, Pat Quinn, ordenó la activación del Centro de Operaciones de Emergencias del Estado, situado en Springfield, para coordinar los planes de búsqueda y rescate de posibles víctimas y ciudadanos atrapados en sus hogares, ya que la tormenta tuvo la mayor intensidad hacia las cinco de la madrugada hora local.
Decenas de profesionales de agencias estatales trabajan en el área de Harrisburg, situada en el sureste del estado de Illinois, y el gobernador se desplazó hasta la zona para evaluar la catástrofe. "Nuestros corazones están con las familias de los fallecidos y los muchos otros que resultaron heridos o sufrieron pérdidas devastadoras", dijo Quinn en un comunicado.
Aunque sin registrar heridos, el centro hospitalario de Harrisburg también sufrió daños materiales, con paredes arrancadas que dejaron habitaciones al aire libre y los sistemas de calefacción y refrigeración estropeados. Tres de las víctimas fueron declaradas muertas a su llegada al hospital, aseguró a la prensa el director general del centro médico, Vince Ashley. Una iglesia del centro de la ciudad habilitó sus instalaciones para que la Cruz Roja atendiera a las víctimas y para que las personas desplazadas de sus hogares tengan un espacio donde quedarse.
Tanto en Harrisburg como en el resto del sur del estado de Illinois se registraron fugas de gas, se cortaron calles, se cerraron escuelas y se cortó el suministro eléctrico a miles de abonados, unos 12.000 de la compañía Ameren Illinois. En el condado de Gallatin, cerca de Harrisburg, la tormenta destruyó una iglesia católica en la localidad de Ridgway, según recoge el diario "Chicago Tribune".
El gobernador de Misuri, Jay Nixon, apuntó en un comunicado que "el estado ayudará en todas las etapas a mantener a las familias de Missuri seguras y ayudar a las comunidades a recuperarse y reconstruir". En el medio oeste los estados afectados son principalmente Kansas, Misuri, Illinois, Tennessee y Kentucky, mientras que en el sur Atlántico, hacia donde avanzan las tormentas, Virginia Occidental, las dos Carolinas y Georgia podrían verse afectadas, según las previsiones meteorológicas.
En el mes de marzo los estados del medio oeste estadounidense suelen activar planes para prevenir posibles efectos de un periodo considerado como de "tiempo severo".
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