La cifra de muertos por el terremoto que sacudió el sábado a la zona centro y sur de Chile se elevó a 147, aunque se presume que podría haber más víctimas, dijo la gubernamental Oficina Nacional de Emergencia (Onemi).
"Hasta aquí lo confirmado son 147 personas fallecidas a lo largo del territorio afectado", dijo a periodistas Carmen Fernández, directora de la Onemi.
Por su parte, el ministro de interior chileno Edmundo Pérez Yoma dijo que se trata del más poderoso terremoto en golpear el país en medio siglo y que la cifra de víctimas ascendía rápidamente.
En tanto, la presidenta Michelle Bachelet declaró estado de catástrofe en tres regiones centrales del país y pidió a la nación conservar la calma y evitar salir a las calles.
En Talca, un pueblo a unos 105 kilómetros del epicentro, el periodista de AP Roberto Candia dijo que durante el terremoto "todo caía, los armarios y todo".
"Yo dormía con mi hijo Diego de 8 años y solo atiné a tapar su cabeza con una almohada... parecía como una gran turbulencia de avión", relató.
El centro histórico del pueblo, con la mayoría de construcciones de adobe, había colapsado casi en su totalidad, aunque la mayoría de edificios albergan comercios que a estaban vacíos a las 3.34 de la madrugada (0634 GMT) cuando ocurrió el sismo. Lugareños habían sacado al menos a cinco personas de los escombros mientras socorristas desorientados pedían informes a los periodistas mismos.
Varias carreteras quedaron destruidas y los servicios de electricidad, agua y teléfonos no funcionaban en muchas áreas, lo que impedía conocer información de muertes o daños de regiones enteras.
En Santiago de Chile, a 325 kilómetros al nordeste del epicentro, media docena de vehículos yacían volcados sobre el asfalto porque el segundo piso de una autopista sobre la que circulaban se desplomó. El museo de Bellas Artes mostraba daños graves, y un edificio de apartamentos con un estacionamiento de dos pisos, al colapsar, aplastó unos 50 autos cuyas alarmas sonaban sin parar.
Julio Matus, guardia en un edificio en el centro de la capital, dijo que corrió afuera cuando comenzó el temblor y "pude ver el movimiento de los edificios. Me tuve que sentar en el suelo porque no me podía mantener en pie por el movimiento del pavimento".
También en el centro capitalino, una mujer de 92 años llamada Mariana fue rescatada de los escombros de su casa después que permaneció dos horas atrapada, según imágenes de la televisión local que mostraron cuando era evacuada en una camilla. Patricio Vargas, quien habitaba en la misma casa dijo que "es increíble, todavía no puedo comprender por qué estamos vivos... Las cosas caían sobre nuestras cabezas. Pero estamos aquí, vivos".
Pérez Yoma indicó que las posibilidades de un maremoto se habían reducido en los territorios insulares y costeños de Chile, aunque en el archipiélago de Juan Fernández sí "hubo una ola muy grande... que inundó la parte baja del pueblo. Sí hay personas afectadas, pero no queremos dar detalles hasta que no sepamos".
El Centro Geológico de Estados Unidos reportó que después del sismo de 90 segundos de duración ocurrieron 29 réplicas de magnitud 5 grados o más, incluso una de 6,9 grados. El epicentro se ubicó a 325 kilómetros al suroeste de Santiago y a una profundidad de 35 kilómetros a las 3.34 (0634 GMT).
El Centro de Alerta de Tsunami del Pacífico indicó que se emitieron alertas de maremoto en 53 países de Sudamérica, Hawai, Australia y Nueva Zelanda, Japón, Filipinas, Rusia y varias islas del Pacífico.
Edificios reducidos a escombros o fracturados, autopistas y puentes colapsados, igual que los servicios telefónicos y de electricidad en amplios sectores de Santiago de Chile y la ciudad de Concepción, según podía apreciarse en la televisión chilena y los reportes oficiales.
En Concepción, al sur de la capital, se vieron escenas de camiones caídos en grietas abiertas en la tierra, viviendas derrumbadas y edificios en llamas. Un edificio de 15 pisos en esa localidad colapsó, quedando solo tres pisos en pie. "Yo estaba en el octavo piso y todo súbitamente se vino abajo", dijo Fernando Abarzua, quien logro salir casi ileso.
Abarzua dijo que un pariente, al que no identificó, estaba todavía atrapado bajo los escombros seis horas después "pero se mantiene gritando y diciendo que está bien".
El ministro de interior calificó el terremoto como "devastador", pero la presidenta aclaró que "el sistema está funcionado. La gente debe permanecer en calma. Nosotros estamos haciendo todo lo que podemos con todas las fuerzas que tenemos. Cualquier información se las compartiremos de inmediato".
El epicentro del sismo se ubicó a 115 kilómetros de Concepción, junto al río Bío Bío y a 96 kilómetros del centro de esquí de Chillán, uno de los destinos de esquí andinos que quedó destruido tras un sismo en 1939.
La televisión chilena mostró un puente que cruza el río Bío Bío en Concepción derrumbado y edificios reducidos a escombros y al menos otro más incendiándose en el sur de la ciudad.
El ministro de Transportes y Telecomunicaciones René Cortázar pidió a los chilenos hacer llamadas telefónicas y viajes solo cuando sea "absolutamente necesario". Dijo que las líneas terrestres y celulares han sido afectadas gravemente.
Cortázar también informó que el subterráneo de Santiago ha sido cerrado y que cientos de autobuses no podían salir de la terminal porque un puente cercano se derrumbó.
El presidente electo, que asume el poder el 11 de marzo, expresó que hay "pérdidas muy importantes en materia de infraestructura, caminos, aeropuertos".
"Quiero comprometer la total ayuda y compromiso del equipo del futuro gobierno con el actual gobierno de la presidenta Bachelet... es una ocasión en que Chile tiene que unirse para ayudar a víctimas, a familiares de las personas que han perdido la vida, ayudar y reconstruir lo que se ha destruido".
Bachelet planeaba visitar la región afectada tan pronto como fuera posible.
El aeropuerto internacional de Santiago estaba cerrado y permanecerá así por lo menos 24 horas porque la terminal de pasajeros sufrió daños de consideración, dijo el director del mismo Eduardo del Canto a la televisión local.
Varios hospitales han sido evacuados por los daños provocados por el sismo, dijo Bachelet, y aclaró que por el momento Chile no estaba pidiendo ayuda internacional.
En Hawai sonaron sirenas para ordenar la evacuación dado que era inminente la llegada de un maremoto.
El director del Centro de Advertencia de Tsunamis del Pacífico Charles McCreery dijo que "tenemos una ventaja temporal razonable, deberíamos poder alertar a todos en las zonas de peligro".
La advertencia de tsunami regía para los países con costa en el Pacífico.
El terremoto más fuerte que se ha registrado en la misma zona de Chile ocurrió en 1960. El terremoto de magnitud de 9,5 cobró 1.655 vidas y dejó a dos millones de personas sin hogar. El tsunami que provocó ese terremoto llevó a muertes incluso en Hawaii, Japón y Filipinas y causó daños a la costa oeste de Estados Unidos.
Fuente: AP, EFE y Reuters
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