La actividad sísmica en Cochabamba es esencialmente de foco superficial (profundidad menor a 25 km). Los focos se encuentran al oeste, al norte y noreste del municipio: al oeste entre Sipe Sipe, Tapacarí y Quillacollo, al norte en la cordillera del Tunari, y al noreste entre las provincias Chapare y Carrasco.
La más intensa actividad sísmica se presenta entre las poblaciones de Totora y Aiquile, por cuanto los terremotos de mayor magnitud siempre han ocurrido en el noreste y sureste de Cochabamba.
“Al interior del municipio, aunque el riesgo es menor por efecto directo de la intensidad de las ondas sísmicas, el problema surge por el efecto secundario debido a la composición del suelo, particularmente en el área urbana, puesto que antes era lecho de extensos pantanales. De esta manera, independientemente de su magnitud, los sismos podrían causar serios daños al patrimonio”.
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