El fuego fue causado otra vez por la combustión de hidrógeno y fue avistado por un trabajador a las 5:45 hora local (20:45 GMT), aunque a la media hora ya no se veían llamas en el recinto, según la televisión NHK.
Además, inicialmente se señaló que los bomberos trataban de extinguir el fuego, pero la compañía, Tokyo Electric Power (TEPCO), aseguró que en estos momentos el nivel de radiactividad es demasiado alto como para enviar allí a sus trabajadores.
Las llamas afectaron a la barrera exterior de la estructura que protege al reactor, explicó el portavoz de TEPCO, Hajimi Motujuku.
A los técnicos les preocupa el aumento de la temperatura cerca del núcleo, y se plantean arrojar desde helicópteros agua salada para enfriarlo si el incendio destruye las instalaciones, evitando así el temido proceso de fusión por sobrecalentamiento.
NHK subrayó que la radiactividad ahora es "muy alta" y hay una "necesidad urgente" de que se inyecte suficiente líquido refrigerante en la piscina en la que están almacenadas las barras de combustible atómico del reactor número 4.
Motujuku dijo que el incendio fue causado por una combustión de hidrógeno proveniente de las varillas, que quedaron expuestas cuando bajó el nivel del agua.
La temperatura en la piscina llegó a los 84 grados centígrados, muy por encima de la ideal para mantener estables las barras, el 70 por ciento de las cuales han quedado dañadas, según la agencia Kyodo.
Este mismo reactor -que estaba apagado- sufrió hace casi 24 horas otro fuego en casi el mismo lugar, apagado en pocas horas pero que provocó que la radiactividad superara hasta cien veces el límite permitido, aunque según las autoridades no hubo fuga.
Apenas 50 de los 800 operarios habituales de Fukushima permanecen en la planta para intentar controlar los reactores, después de que el resto fueran evacuados por el riesgo de contaminación.
El perímetro de seguridad de 30 kilómetros establecido alrededor de la central ha sido declarado también zona de exclusión aérea.
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