El primer ministro japonés, Yoshihiko Noda, reforzó hoy su compromiso por estabilizar la maltrecha central nuclear de Fukushima en su primer viaje como jefe de Gobierno, durante el que visitó el epicentro de la crisis atómica.
Oficialmente en el cargo desde el pasado viernes, Noda se enfundó un traje protector para visitar las instalaciones de la planta de Fukushima Daiichi, donde la situación de emergencia nuclear aún no se ha estabilizado.
Se trata del segundo viaje de un primer ministro a la planta desde el inicio de la crisis, después de que el ex jefe de Gobierno Naoto Kan la visitara el 12 de marzo, horas después del terremoto y el tsunami que devastó el noreste de Japón y provocó el accidente en la central.
En la planta, Noda ofreció ánimos a los técnicos que trabajan en la central y les recordó que "todos en este país y en todo el mundo" desean que concluya la situación provocada por el accidente, informó la agencia local Kyodo.
"Sois la clave para superar esta crisis. Yo también trabajaré duro en cooperación con vosotros", dijo el primer ministro a unos 200 trabajadores presentes en la planta.
Precisamente el valor de los hombres y mujeres que ayudaron a contener el alcance del desastre, los "Héroes de Fukushima", fue reconocido ayer con la concesión del Premio Príncipe de Asturias de la Concordia por su "ejemplo de coraje ante la adversidad, sentido del deber, defensa del bien común y conciencia cívica".
Los edificios donde estos trabajadores llevaron a cabo su labor fueron inspeccionados hoy por Noda, quien comprobó de cerca su estado y fue informado de los progresos para llevar los reactores a "parada fría".
Tanto la operadora de la central, Tokyo Electric Power (TEPCO), como el Gobierno se han propuesto alcanzar ese objetivo para enero de 2012.
Antes se prevé lograr una disminución radical de los niveles de radiactividad en la central, que entre el 21 de marzo y el 30 de abril podría haber vertido al mar unos 15.000 terabecquereles de cesio y yodo radiactivo, según cálculos publicados hoy por la Agencia japonesa de la Energía Atómica.
Durante su viaje a Fukushima, en el que estuvo acompañado de los ministros de Reconstrucción, Goshi Hosono, e Industria, Yoshio Hachiro, Noda visitó también un centro de entrenamiento de la selección japonesa de fútbol reconvertido en centro de operaciones para contener la crisis nuclear.
Vestido esta vez con un mono azul, el primer ministro agradeció el trabajo de los soldados del campamento, de los que dijo estar "realmente orgulloso" como jefe de las Fuerzas de Auto Defensa y a los que recordó los elogios públicos a su labor para enfriar los reactores y descontaminar las zonas aledañas de la planta.
En el programa del nuevo jefe de Gobierno, cuya principal meta es acometer la reconstrucción de las zonas devastadas por el terremoto y el tsunami del 11 de marzo, estuvo también la visita una escuela primaria y una entrevista con el gobernador de la provincia de Fukushima, Yuhei Sato.
Entre las cuestiones que el Gobierno de Noda y las autoridades provinciales tienen abiertas está la propuesta de construir en Fukushima un depósito temporal para almacenar las toneladas de material contaminado por la radiactividad, algo a lo que Sato se muestra reticente.
El nuevo primer ministro, que llegó al poder tras la dimisión la semana pasada de Naoto Kan, muy criticado por su gestión del desastre de marzo, tiene previsto viajar mañana al sur de Japón para evaluar los daños causados el fin de semana por el tifón "Talas", que causó más de un centenar de muertos y desaparecidos.
El sábado, un día antes de que se cumplan seis meses de la tragedia más grave sufrida por Japón tras la II Guerra Mundial, Noda se desplazará a las provincias de Iwate y Miyagi, ambas devastadas por el tsunami que desató la peor crisis nuclear en 25 años.
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