La funcionaria de la Secretaría de Gobernación (Segob) indicó que los sismos menores a cuatro grados en la escala abierta de Richter difícilmente son percibidos por las personas y sólo los instrumentos alcanzan a detectarlos.
En entrevista telefónica desde Ometepec, Guerrero, precisó que especialistas del Servicio Sismológico Nacional (SSN) concluyeron que la sacudida del martes fue de 7.4 grados de magnitud, y no de 7.8 grados como se había indicado en un principio.
Desde aquella localidad que fue epicentro de ese movimiento telúrico, explicó que dicho ajuste se hizo tras analizar los datos registrados por las diversas estaciones que integran el sistema y hacer los cálculos sobre la transmisión de las ondas por los diferentes tipos de territorio.
Abundó que la Red Sismológica Nacional no es tan potente como la de Estados Unidos o Japón, donde el gran número de lectores que tienen les permite evaluar con mayor certidumbre la magnitud de un sismo.
Lamentó que en México no se puede obtener una certidumbre tan inmediata, por lo que es necesario que los expertos hagan los análisis detallados para conocer la magnitud del fenómeno.
“En definitiva se puede informar a la ciudadanía que, tras el ajuste, la magnitud del temblor quedó en 7.4 grados”, precisó la coordinadora general de Protección Civil de la Segob.
Respecto a los daños ocasionados por el fenómeno natural, Gurza Jaidar destacó que si bien hay daños superficiales en construcciones grandes como hospitales y escuelas, no se han encontrado estropicios estructurales que obliguen a su demolición.
Agregó que el gobernador de Guerrero, Ángel Heladio Aguirre Rivero, ya solicitó que se haga la declaratoria de desastre correspondiente, para que se canalicen los fondos correspondientes a los municipios más dañados del estado.
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