El tifón Bopha dejó ayer al menos 52 muertos y cuatro desaparecidos en el extremo sur de Filipinas. El balance más elevado de muertos se registró de momento en New Bataan, en la isla de Mindanao, en el sur de Filipinas. El alcalde de New Bataan, Lorenzo Balbín, precisó que muchos de esos cuerpos provenían de una aldea cercana donde se produjeron bruscas inundaciones.
Desaparecidos y evacuados
Responsables en Manila confirmaron la muerte de ocho personas en otras zonas de Mindanao y de una novena víctimas mortal fuera de la isla, tres de ellas fallecieron en el derrumbe de árboles. Cuatro pescadores estaban desaparecidos en las costas orientales de Mindanao, declaró un responsable de la provincia de Davao Oriental.
Ciudades y poblados se encontraron sin energía eléctrica debido a que las autoridades interrumpieron el suministro para prevenir incendios.
Más de 50.000 personas fueron evacuadas de sus domicilios en la costa y junto a los ríos expuestos a las crecidas, como en las zonas amenazadas por deslizamientos de terreno. Estas mismas encontraron refugio en unos mil locales públicos como escuelas o iglesias. El tifón disminuyó en intensidad al tocar tierra y siguió una dirección noreste. Filipinas sufre unas 20 tempestades o tifones de gran importancia cada año. Muchas de ellas se producen durante la temporada de lluvias entre junio y octubre.
El tifón entró en el archipiélago por la parte oriental de la isla meridional de Mindanao, con vientos de hasta 210 kilómetros por hora y lluvias torrenciales, según la agencia meteorológica que advirtió contra los riesgos de inundación.
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