Al menos seis personas murieron ayer y otras 420 resultaron heridas como consecuencia del seísmo de 5,6 grados de magnitud en la escala de Richter que sacudió ayer las provincias de Argel y Bumerdés, en el norte de Argelia.
El ministro argelino de Salud, Abdelmalek Budiaf, citado por varios diarios, aseguró que dos de los fallecidos perecieron como consecuencia de sendos paros cardiacos, mientras que los otros cuatro murieron tras saltar a la calle presas del pánico producido por el fuerte temblor, que se registró a 10 kilómetros al norte de la capital.
Budiaf también indicó que la mayoría de los heridos sufrieron heridas leves en el cuerpo.
El Gobierno ha creado una célula de crisis para seguir la situación y ha puesto varios teléfonos a disposición de la población para que informen sobre cualquier incidente.
Asimismo, las autoridades han anunciado que todas aquellas personas cuyas viviendas hayan resultado dañadas por el temblor serán realojadas.
Según el Centro Sismológico Europeo Mediterráneo (EMSC), el epicentro del sismo se localizó en el mar a una profundidad de 10 kilómetros y posteriormente se registraron varias réplicas, la mayor de 4,6 grados, según la misma fuente.
En 2003, un sismo en Boumerdes dejó unos 3.000 muertos.
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