Japón trata de prepararse para una catástrofe nuclear, mientras Europa ya asegura que el Gobierno no controla la situación en la planta Fukushima Daiichi. El viento llevó la radiación hacia Tokio y se pudo medir incluso desde las costas orientales de China y Rusia.
Ayer no fue un día calmo. El reactor número 4 se volvió a incendiar, la radiación bajó a 400 microSieverts (mSv), pero la madrugada de hoy volvió a elevarse hasta los 2.000 mSv, algo que hace imposible que los ‘liquidadores’ ingresen al complejo. Todo parece fuera de control: una nube de vapor sale del reactor 3, el 2 emite radiaciones, hay daños del 70% y el 33% en las varas de combustible en los reactores 1 y 2 que hacen temer su fusión. Comienza la refrigeración de los reactores 5 y 6.
La crisis se volvió más grave ayer cuando una explosión en el reactor 4 causó un hueco de ocho metros y dejó el material radiactivo expuesto. Expertos consideran que si se liberó plutonio a la atmósfera, éste tardará en dispersarse miles de años.
En Tokio, la radiación trepó hasta 10 veces más de lo usual la noche del martes, aunque las autoridades negaron que fuera peligroso para la salud en el corto plazo.
Mientras tanto, los países de la Unión Europea calificaron el accidentes japonés como un apocalipsis. “Se habla de apocalipsis y creo que es un término particularmente bien escogido", declaró el comisario europeo de Energía, Günther Oettinger, ante una comisión del Parlamento Europeo en Bruselas.
“Prácticamente todo está fuera de control”, agregó el comisario, afirmando “no excluir lo peor en las próximas horas y días” en Japón. Y reinan las informaciones imprecisas. Funcionarios prometieron inyectar agua en los próximos dos días al reactor más crítico, el 4, pero no informaron cómo. “
“La posibilidad de una mayor filtración radiactiva está aumentando", dijo un sombrío primer ministro Naoto Kan . La calma duró poco. Kan arremetió contra el operador de la planta por demorarse en informar sobre las explosiones, exigiendo saber “¿Qué demonios pasa?”. La televisión había mostrado la explosión en el reactor 4 y una hora después él aún no sabía nada. Los medios japoneses han asumido una postura más dura por la respuesta de Kan frente al desastre y han arremetido contra el Gobierno y el operador de la planta nuclear, Tepco, por no ofrecer suficiente información sobre el incidente.
Mientras tanto, la población japonesa sale lo menos posible de casa, acopia alimentos y se prepara para la que puede convertirse en la peor catástrofe de su historia. Hasta el momento, la de Fukushima ya es el segundo peor accidente nuclear de la historia, solo superado por Chernóbil.
Los efectos de la radiación
- Cuantía. La radiación se mide usando la unidad sievert, que cuantifica la radiación absorbida por los tejidos humanos. Un sievert es igual a 1.000 milisivierts (mSv).
- La exposición a 100 mSv al año es el menor nivel a partir del cual cualquier incremento en el riesgo de cáncer es claramente evidente. Un acumulativo de 1.000 mSv (1 sievert) probablemente causaría un cáncer letal varios años después en cinco de cada 100 personas expuestas.
- Grandes dosis de radiación destruyen el sistema nervioso central, los glóbulos blancos y rojos, lo que compromete el sistema inmunológico y deja a la víctima vulnerable ante las infecciones.
- Por ejemplo, una única dosis de 1.000 mSv causa dolencias como náuseas, vómitos y hemorragia, pero no la muerte.
- Una única dosis de 5 sieverts mataría aproximadamente a la mitad de las personas expuestas en un mes.
“Es como Chernóbil a cámara lenta”
El radiobiólogo español Eduard Rodríguez-Farré afirmó que el accidente en la central japonesa de Fukushima es "un Chernóbil a cámara lenta", en alusión a la catástrofe nuclear ocurrida en esta planta ucraniana en 1986, la más grave de la historia.
A juicio de este experto, las últimas noticias sobre las explosiones en la central japonesa, aunque contradictorias, aconsejarían elevar a 6 el nivel de alarma atribuido por la Agencia Internacional de Energía Atómica a este suceso.
En Fukushima, "cada día está explotando un reactor, y aunque se diga que se está conteniendo, la situación va a peor y hay muchos ingenieros internacionales que aseguran que está descontrolada; realmente el temor es de un accidente grave, lento pero que va en aumento", argumentó el científico. Agregó que el accidente se le ha escapado de las manos a los técnicos japoneses. "Es mucho mayor de lo que se está diciendo y por mucho que aseguren, se ha producido una alteración estructural del sistema... y aún quedan más reactores", aseveró.
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