Una de cada cinco personas en Roma no acudió hoy a su lugar habitual de trabajo por miedo a que se cumpliese la profecía del sismólogo aficionado Raffaelle Benandi, que anunciaba un terremoto de gran magnitud en la Ciudad Eterna el 11 de mayo de 2011.
Aunque los expertos han insistido en que esa predicción no tiene ningún fundamento científico, la Asociación italiana de Derechos de los Usuarios y los Consumidores (ADUC) ha constatado que el veinte por ciento de los residentes de Roma abandonó hoy la ciudad para pasar este día alejados del núcleo urbano.
El Instituto Nacional de Geofísica y Volcanografía ha informado de que, desde la pasada noche, se han registrado 25 terremotos en Italia (todos de magnitud leve), aunque la mayoría tuvieron lugar en la zona del volcán Etna (isla de Sicilia) y ninguno se produjo en la región del Lazio a la que pertenece la capital italiana.
Paola Lagorio, presidenta de la Asociación La Bendandiana, que recoge el legado del italiano Bendandi, explicó ayer en un programa de la televisión pública RAI que la historia del terremoto del 11 de mayo de 2011 es "un bulo y un fraude" y que no fue predicha por el sismólogo italiano.
"Es una noticia totalmente inventada, obra de alguien que sabe que la única persona creíble en Italia para una previsión de ese tipo es Bendandi. Atribuyéndola a él, se vuelve creíble", denunció Lagorio.
Según Lagorio, las únicas previsiones sísmicas que hizo Bendandi son para el 6 de abril de 2521, fecha en la que, según sus previsiones y estudios, la situación planetaria puede causar terremotos de gran intensidad en la tierra.
Esa situación se volvería repetir, según el sismólogo autodidacta en 2721.
A pesar de estas advertencias, "hoteles y complejos turísticos situados en los alrededores de Roma registraron un número inusual de reservas para hoy durante los últimos días", refirió ADUC en una nota.
También se ha producido hoy una mayor ausencia de escolares en los colegios romanos y el quince por ciento de los trabajadores de empresas públicas pidieron vacaciones para este 11 de mayo.
Muchas de las tiendas de la céntrica plaza Vittorio y calles adyacentes, la mayoría regentadas por chinos, no abrieron sus puertas al público alegando cierre por inventario o por motivos de salud, aunque la prensa aseguró que detrás de sus decisiones se esconde el miedo a ese posible sismo en Roma.
La sede del Instituto Nacional de Geofísica y Volcanografía, ha permanecido abierta durante todo el día para ofrecer información a los ciudadanos y registró numerosas visitas para confirmar si Roma se encontraba en peligro sísmico.
Esta psicosis se ha desatado en Roma después de que, desde hace varios meses, corra por internet y otros medios de comunicación una profecía de Bendandi (Faenza, 1893-1979), según la cual un gran terremoto sacudiría hoy Roma y derribaría monumentos tan emblemáticos como el Coliseo y la basílica de San Pedro del Vaticano.
Dada la preocupación de la población, las autoridades italianas se han visto obligadas de habilitar un número de teléfono informativo.EFE
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